La Deidad del Guardián Supremo es una figura arquetípica que representa el triple aspecto de la Unidad Divina. En las meditaciones podemos experimentar las tres proposiciones trascendentales como una sola, porque la Deidad puede abrir para nosotros las puertas del Fundamento Último: nuestro Continuo Eterno, Divino, Innacido, Infinito. Es a partir de este Estado que el miedo a la muerte y a la "muerte en sí" no existen.
Cuando nuestra conciencia incorpora intuitivamente estos tres aspectos esenciales de lo Divino, desarrolla en sí misma las cualidades más elevadas que se pueden abrir en nuestra conciencia, haciéndola participar de manera intuitiva e inmediata en el Espíritu y la Luz Puros de lo Divino. Esto se logra durante las Meditaciones de la Deidad del Guardián Supremo a través del poder de la comprensión empática, es decir, incorporando las cualidades representadas por la figura arquetípica en las meditaciones.
Debido a que la Deidad del Guardián Supremo abre la puerta de nuestro Continuo Eterno, es nuestro mejor amigo y ayuda durante el estado transitorio en el momento de la muerte (Bardo), durante el estado transitorio del Estado Intermedio propiamente dicho y durante la reencarnación. La Deidad es una manifestación infinitamente poderosa, capaz de despertar en nuestra conciencia la Verdad Trascendental de la Existencia, el Conocimiento y la Sabiduría de la Realidad Última Divina, y es el protector de nuestra Vida Eterna Divina.